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miércoles, 18 de junio de 2014

Albóndigas de la abuela Patricia (Al estilo tradicional)

INGREDIENTES

Para las albóndigas:
800 gramos de carne picada (preferiblemente vacuno o pollo).
1 cebolla.
2 dientes de ajo.
2 huevos.
Un cuenquecito con miga de pan del día anterior.
Leche.
Perejil.




Para la salsa: 

Una cucharada sopera de harina.
Un vaso de agua grande.
Un diente de ajo.
Una cebolla.





PREPARACIÓN




Poner a remojo con leche el pan del día anterior. La cantidad de la leche será la necesaria para que el pan quede pastoso, sin llegar a tener excesivo líquido.





Picar la cebolla y poner a pochar a fuego lento con un poco de sal para ayudar a que suelte todo el agua.



Mientras la cebolla está pochando aprovechamos para picar, bien bien picaditos, los dos dientes de ajo y el perejil. El punto del perejil depende de como os guste, va más a ojo que con una cantidad exacta, pero si quéreis una referencia yo he puesto el cuádruple de perejil que de ajo.




Una vez que la cebolla veamos que ya esté pochada, retirar del fuego y reservar. Sabremos que la cebolla está pochada cuando tenga ese aspecto dorado tan apetecible. 



Con todos los ingredientes listos ya se puede empezar a preparar la masa de las albóndigas. Para ello batiremos el huevo, juntaremos todos los ingredientes (el huevo, la miga de pan, el perejil, el ajo, la carne y la cebolla) en un bol grande y amasaremos para que se junte bien. Este es el momento de sazonar nuestras albóndigas al gusto.






En este caso yo opté por añadir el ajo tal cual, pero os recomiendo tostarlo un poquito por la sartén ya que queda mucho más fino de sabor.





Con todo bien mezclado es momento de hacer las albóndigas. La medida de ellas depende del gusto de cada uno, más grandes o más pequeñas. Como a mí me gustan jugosas suelo tirar a hacerlas un pelín cumplidas, y para que todas queden más o menos del mismo tamaño, utilizo la palma de mi mano como medida. Cojo un pellizco, pongo la palma de mi mano en forma de cuenco y veo la cantidad. 


Cuando está conseguido el tamaño deseado de albóndiga, ir pasando todas por harina. 






A mí con esta cantidad de ingredientes y mi tamaño deseado me dio para 37 albóndigas.









Es el momento de ir finalizando la parte de la carne. Freír las albóndigas en una sartén con bastante acetite (como para hacer croquetas) y bien caliente dándoles vueltas para que se hagan uniformemente. Es importante tener en cuenta el número de albóndigas que se van a hacer a la vez, para que el aceite no se enfríe demasiado. Por dar una referencia yo tuve las albóndigas alrededor de 7 minutos en la sartén.



Cuando las albóndigas se ven selladas y con un aspecto dorado como se muestra en esta fotografía, significa que ya están lo suficientemente fritas. Así que retiramos de la sartén y reservamos. 



¡Y ya tenemos nuestras albóndigas listas para ser salseadas!



Para empezar a preparar la salsa lo primero que se debe hacer es picar la cebolla y el ajo, yo recomiendo que bastante picaditos, y poner a pochar ambos nuevamente. 

Cuando la cebolla y el ajo estén pochados añadir una cucharada sopera bien cargada de harina y remover. Aún con el fuego lento y una vez revuelto añadir el vaso de agua y las albóndigas.



Ya sólo queda dejar consumir el agua hasta conseguir la textura que más nos guste en la salsa. Recomiendo agitar la cazuela con cuidado de vez en cuando para que todas las albóndigas vayan mezclándose con la salsa y... ¡listo! Ya tenemos nuestras albóndigas para ser disfrutadas. Pintaza, ¿eh?



Besitos!

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